A pedido. Por qué?

Y me preguntas por qué.

Y yo pensando por qué no?

Tal vez si el sol no endulzara tus ojos

Si el viento no esparciera tu perfume

Si tu voz no acariciara mi alma

Y tus palabras no secaran mis lágrimas.

Quizás si tu risa no iluminara mi cielo

Si tu mano no afirmara mis pasos

Si tu corazón no fuera tan sincero

Y ya no latiéramos al mismo ritmo…

Por qué?

Porque eres el abrigo que ya no esperaba

Eres el sueño que ya no soñaba

La melodía que ya no cantaba

El suspiro que un día escapó

El color que un mago inventó.

A pedido llegó tu amor.

Cayendo

(Aquí va la traducción de mi anterior post =] )

Abrió los ojos, los cerró rápido, bien fuerte

Abrió los brazos, y pudo sentir el viento entre sus dedos

Fuerte, como si sujetara su mano.

Esa sensación…

Abrió los ojos, nubes.

No lograba entender si estaba acercándose o alejándose de ellas

Estaban por todos lados.

Cerró los ojos, “Estoy cayendo”.

Y esa música comenzaba a oírse más fuerte, más cerca

Mientras el silencio iba desapareciendo, el viento haciéndose más palpable

Y ella atravesando las nubes.

Silencio otra vez, latidos.

El viento se detuvo.

Sintió sus pies finalmente en el suelo.

Abrió los ojos, sonrió.

Esta vez, no era el viento sujetando su mano.

Caindo

Abriu os olhos, os fechou rápido, bem forte

Abriu os braços, e pode sentir o vento em meio aos seus dedos

Forte, como se estivesse segurando sua mão.

Essa sensação…

Abriu os olhos, nuvens.

Não conseguia entender se estava chegando perto ou se afastando delas

Estavam por toda parte.

Fechou os olhos, “Estou caindo”

E essa musica começava a se ouvir mais forte, mais perto

Enquanto o silencio ia desaparecendo, o vento se fazendo palpável

E ela atravessando as nuvens.

Silêncio outra vez, latidos.

O vento parou.

Sentiu seus pés finalmente no chão.

Abriu os olhos, sorriu.

Desta vez, não era o vento segurando sua mão.

Ojos abiertos

Con los ojos tan abiertos que casi puedes verte dentro... 

Pero yo no puedo verte.

La mirada tan atenta que no podrías respirar sin que lo notara… 

Y sigo sin verte.

Camino dando vueltas y dejando huellas, como si me buscaras… 

Estoy esperando.

El viento trae tu olor, ¿o es el mío y ya nos confundí?

El silencio trata de aplacar la oscuridad que irrumpe allí donde no estás.

Y sigo caminando, chocando, buscando, esperando, suspirando y por qué no? cambiando.

No quiero cerrar mis ojos, no hagas que me detenga, no me obligues a olvidar.

Cero

Pensé en cambiar todo rápidamente

Drásticamente

Comencé a pensar en la forma de hacerlo

Comencé a pensar en por qué debía hacerlo

Recordar cómo había sido

Observar recuerdos

Darme cuenta de que en realidad no es necesario cambiar mi vida

Es que ya había cambiado

Y yo estaba sólo intentando vivir la vida que ya había terminado

A la cual no podía volver, no hay forma de regresar allí

Entonces, sí, no me queda alternativa

Y es que necesito cambiar

Cambiarlo todo

No puedo aferrarme a nada

No hay nada de qué aferrarse

Al menos nada real, nada concreto, nada que dure

Nada que esté aquí cuando todo cambie

Cuando termine de cambiar

Y cuando tenga que cambiar otra vez

Vivir

Comenzar

Sí, comenzar porque todo acabó y no puedo dormir sobre los escombros

No tiene sentido esperar por . . . aquí

Es necesario cambiar

Es doloroso cambiar

Pero es doloroso estar aquí, estar así

No tengo opción, no

Al menos tengo que intentarlo

Tal vez cuando regrese,

Si regreso

Todo haya cambiado

Incluso yo.

Noche en Silencio

La cambié, la dejé

Cambié la primavera por tus ojos, siempre en mí

Pedí el silencio que rompe tu voz, siempre aquí

La cambié, la perdí

Fue inútil el intento de tenerte junto a mí

Que en mi cielo estrellado ya no alumbra tu mirada

Que mis noches tempestuosas se han quedado ya sin faro

La cambiaría, la perdería mil veces

Sucede que ha valido la pena y que no he perdido el recuerdo

Que en mi opacada luna se ha estampado tu sonrisa

Y que la brisa de mis noches canta para mí sin prisa

La melodía que dibujaste, sencilla, sobre mí habita

La cambiaré, o lo que quede de ella

De ella y todas las estaciones, flores y olores

Todas las peticiones, clamores y oraciones

Que el silencio me abandone y que mis estrellas se apaguen

Si volviera al menos a brillar bajo tu sol

Mi voz y la tuya, incandescente, estruendo de meteoros

Conoces ese sonido, no es lamento porque lloro

La cambiaré, la entregaré toda

Y levantaré en tu torbellino

El farol del destino

Que en mis noches tranquilas

Te traiga otra vez, a mi camino.

Noche Estrellada - Van Gogh

 * Reescritura poética, referencia a "Pido Silencio" de Pablo Neruda
& "Noche Estrellada" de Van Gogh

El Turista

Él era apenas un turista, mientras ella esperaba que se nacionalizara en sus tierras. 

A pesar de haberlo dudado, no logró descubrirlo sino hasta su partida.

Pensó incluso inventar terremotos que la movieran a donde él quisiera explorar. Pero no hubo tiempo ni para escapar.

Hubiera querido convertirse en su patrimonio nacional, mientras él sólo hacía una parada más. 

“Podría ser una tierra peligrosa” le dijo un día. Temía. Pero qué ironía, decirlo aquél que invadió, conquistó y luego abandonó por falta de tiempo.

Trazó su camino sobre su piel, y ahora ella pasa los días tratando de borrar las marcas que señalan los lugares donde se supone que él estaría…

Cambiaste el rumbo y te robaste su barca.

Eterno ladrón, al menos devuélvele la esperanza.

Canción de Incertezas

Responder certeramente sobre algo tan incierto (o no)

Es como opinar objetivamente sobre la subjetividad

O tratar de definir la nacionalidad de quien nació en la frontera.

Difícil, sí. ¿Posible? Quizás.

El punto no está en la respuesta sino en lo que descubro en su búsqueda.

Descubrí, tal vez, un nuevo color en mi arcoiris

Una gota serena en medio de ruidosa lluvia

Tal vez un silencio que abre paso a mis latidos,

Míos, míos al fin, o un poco tuyos también.

Tal vez la ventana a la que corro fugaz

A observar, a sentir, a respirar, a olvidar, a recordar

Sí...no a olvidar, reinventar.

El olvido es incierto, imposible quizás

Es por eso que no pido que me ayudes a olvidar

Sino que vengas a poblar mis recuerdos, donde yo te deje entrar

Tal vez, entonces, una invitación, un llamado

Sí, un llamado a gritos… de auxilio, de amores

De llantos, de olvidos…

No, de reinvenciones.

Tal vez ya la melodía que no logro entonar,

O simplemente el eco de mi palpitar

¿Será que quiero hacerme escuchar?

¿O que al contrario, busco hacerte hablar?

Gracioso será cuando leas esto

Y  sientas, pienses (ingenuo) conocerme

Si lo que ves en mí, es lo que te dejo ver

Si lo que ves aquí es lo que alcanzas a comprender

Y si no ves… común en ti… al menos yo

Hablé.

Regalo Adelantado

Te acercas como una brisa en la mañana

Tu voz acaricia la esperanza

Un espejismo, un deseo cumplido antes de pedirlo

¿Será que al extender mi mano seguirás allí?

Las velas aun no se extinguen y tú ya llegaste

Regalo adelantado.

¿Vendrás a cambiarlo todo?

¿Traes tus pinceles? Este gris ya me agobia

Tu presencia endulza el aire

Lo hace más real, más familiar

Y después de todo, ¿qué es este lugar?

¿Te quedarás hasta el final?

Para mí, sorpresa

Para ti, ¿esto empieza?

No parece cuerdo que en 48 horas te apoderes de mi pulso

De mis ojos, mis manos, mis oídos que ya no saben más que buscar tu voz.

No desaparezcas conmigo, o quédate o devuélveme.

Otoño

Sí, decidió cambiar, decidió que era tiempo de parar, o de avanzar, ni siquiera está segura de cuál sería la definición más exacta, pero... ¿a caso importa? No lo creo, ni ella.

Decidió sonreír, decidió levantarse y seguir, aunque no estuviera segura de la dirección; y es que no depende de ella.

Dudó por un minuto, miró hacia adelante y tuvo miedo de no llegar a ninguna parte, o quizás de no llegar a donde quería llegar. Miró hacia atrás y vio todo lo que ya había cambiado, no había forma de regresar. No hay opción, pensó. Sus ojos se aguaron y su corazón comenzó a latir más despacio, o rápido, ni siquiera estaba segura de eso; sólo sentía esa especie de corriente que llega hasta las manos y los dedos en este tipo de momentos. Respiró, o suspiró, nada estaba claro; dio unos pasos sintió bajo sus pies aquella exquisita sensación que tan sólo se experimenta un anaranjado período del año. Miró hacia abajo y un esbozo de sonrisa apareció en sus labios... "hojas secas", pensó. Sus pasos comenzaron a jugar y sintió algo tibio sobre el rostro. Será que... sí, seguro, es inconfundible...

Miró directo hacia él y dejó que sus ojos se encandilaran por un momento, ese viento otoñal movió su cabello y secó su rostro.

Suspiró otra vez.

Por un momento supo que todo iba a estar bien. Después de todo... Es fin de temporada.

Suspiros Emigrantes ...

Los suspiros emigraron otra vez . . .

Y yo que pensé que vivirían así,

saltando de mi boca a la tuya, escondiéndose del sol,

escapándose de mí, refugiándose en ti.