El Turista

Él era apenas un turista, mientras ella esperaba que se nacionalizara en sus tierras. 

A pesar de haberlo dudado, no logró descubrirlo sino hasta su partida.

Pensó incluso inventar terremotos que la movieran a donde él quisiera explorar. Pero no hubo tiempo ni para escapar.

Hubiera querido convertirse en su patrimonio nacional, mientras él sólo hacía una parada más. 

“Podría ser una tierra peligrosa” le dijo un día. Temía. Pero qué ironía, decirlo aquél que invadió, conquistó y luego abandonó por falta de tiempo.

Trazó su camino sobre su piel, y ahora ella pasa los días tratando de borrar las marcas que señalan los lugares donde se supone que él estaría…

Cambiaste el rumbo y te robaste su barca.

Eterno ladrón, al menos devuélvele la esperanza.

Canción de Incertezas

Responder certeramente sobre algo tan incierto (o no)

Es como opinar objetivamente sobre la subjetividad

O tratar de definir la nacionalidad de quien nació en la frontera.

Difícil, sí. ¿Posible? Quizás.

El punto no está en la respuesta sino en lo que descubro en su búsqueda.

Descubrí, tal vez, un nuevo color en mi arcoiris

Una gota serena en medio de ruidosa lluvia

Tal vez un silencio que abre paso a mis latidos,

Míos, míos al fin, o un poco tuyos también.

Tal vez la ventana a la que corro fugaz

A observar, a sentir, a respirar, a olvidar, a recordar

Sí...no a olvidar, reinventar.

El olvido es incierto, imposible quizás

Es por eso que no pido que me ayudes a olvidar

Sino que vengas a poblar mis recuerdos, donde yo te deje entrar

Tal vez, entonces, una invitación, un llamado

Sí, un llamado a gritos… de auxilio, de amores

De llantos, de olvidos…

No, de reinvenciones.

Tal vez ya la melodía que no logro entonar,

O simplemente el eco de mi palpitar

¿Será que quiero hacerme escuchar?

¿O que al contrario, busco hacerte hablar?

Gracioso será cuando leas esto

Y  sientas, pienses (ingenuo) conocerme

Si lo que ves en mí, es lo que te dejo ver

Si lo que ves aquí es lo que alcanzas a comprender

Y si no ves… común en ti… al menos yo

Hablé.

Regalo Adelantado

Te acercas como una brisa en la mañana

Tu voz acaricia la esperanza

Un espejismo, un deseo cumplido antes de pedirlo

¿Será que al extender mi mano seguirás allí?

Las velas aun no se extinguen y tú ya llegaste

Regalo adelantado.

¿Vendrás a cambiarlo todo?

¿Traes tus pinceles? Este gris ya me agobia

Tu presencia endulza el aire

Lo hace más real, más familiar

Y después de todo, ¿qué es este lugar?

¿Te quedarás hasta el final?

Para mí, sorpresa

Para ti, ¿esto empieza?

No parece cuerdo que en 48 horas te apoderes de mi pulso

De mis ojos, mis manos, mis oídos que ya no saben más que buscar tu voz.

No desaparezcas conmigo, o quédate o devuélveme.

Otoño

Sí, decidió cambiar, decidió que era tiempo de parar, o de avanzar, ni siquiera está segura de cuál sería la definición más exacta, pero... ¿a caso importa? No lo creo, ni ella.

Decidió sonreír, decidió levantarse y seguir, aunque no estuviera segura de la dirección; y es que no depende de ella.

Dudó por un minuto, miró hacia adelante y tuvo miedo de no llegar a ninguna parte, o quizás de no llegar a donde quería llegar. Miró hacia atrás y vio todo lo que ya había cambiado, no había forma de regresar. No hay opción, pensó. Sus ojos se aguaron y su corazón comenzó a latir más despacio, o rápido, ni siquiera estaba segura de eso; sólo sentía esa especie de corriente que llega hasta las manos y los dedos en este tipo de momentos. Respiró, o suspiró, nada estaba claro; dio unos pasos sintió bajo sus pies aquella exquisita sensación que tan sólo se experimenta un anaranjado período del año. Miró hacia abajo y un esbozo de sonrisa apareció en sus labios... "hojas secas", pensó. Sus pasos comenzaron a jugar y sintió algo tibio sobre el rostro. Será que... sí, seguro, es inconfundible...

Miró directo hacia él y dejó que sus ojos se encandilaran por un momento, ese viento otoñal movió su cabello y secó su rostro.

Suspiró otra vez.

Por un momento supo que todo iba a estar bien. Después de todo... Es fin de temporada.

Suspiros Emigrantes ...

Los suspiros emigraron otra vez . . .

Y yo que pensé que vivirían así,

saltando de mi boca a la tuya, escondiéndose del sol,

escapándose de mí, refugiándose en ti.